Fieles a su primera cita anual –quinto
año consecutivo de sus conciertos de enero-, en la Sala El Sol –una semana antes le comentaba Fernando Pardo a Angel
Carmona (Hoy Empieza Todo. Radio 3), medio en broma, medio en serio “nosotros
reservamos El Sol de una año para otro…”-, con la parroquia madrileña y
fans llegados de variopintos lugares de la geografía española, y en medio de
una grandísima expectación –a punto estuvo de ponerse el cartel SOLD OUT en la
puerta-, Sex Museum, presentó su
último y apabullante álbum, MUSSEEXUM.
Antes de esta cita, ya se había tenido
oportunidad de disfrutar de algún tema nuevo –cuatro en total-, en el Ciclo Sonido Malasaña (mes de septiembre,
Conde Duque) y en la sala The Green
Irish (noviembre, Alcalá de Henares), en cuyo show, sonó el álbum al
completo.
Breaking the Robot. Ciclo Sonido Malasaña, Auditorio Conde Duque.
Se apagan las luces, sala en
silencio, comienzan a sonar los sonidos pregrabados del inicio del
instrumental, Dopamina, y poco a
poco, los integrantes de la banda van ocupando su lugar para acometer el resto
del tema; perfecto inicio para la tormenta sónica a la que nos sometieron.
Entra en escena Miguel y suena el
primer single del álbum, Breaking the
Robot, y parafraseando al cantante, cuando presentaba en los inicios del
grupo, la cover de Train´Kept a Rollin´, “el tren coge marcha”,
y no paró hasta el final del concierto.
Una perfecta combinación entre
todos los temas que componen el disco y clásicos incontestables de su carrera,
logran un equilibrio perfecto en el que no decae ni un momento la tensión
emocional y ambiental de su propuesta. Mención especial para los nuevos
highlights del show, Plumed Serpent,
Lucky Man, Horizons o Shine –dan
la impresión de llevar en su repertorio toda la vida-, junto con los ya
imperecederos himnos, Two Sisters, Red
Ones, We Can Move o su
adaptación del Unidos de Parálisis Permanente –con toque
surfero, a lo Dick Dale, de
Fernando; por cierto, exhibición guitarrera del mismo durante todo el
concierto; hacía tiempo que no le veíamos en tan buena forma, eso sí, sin
desmerecer en absoluto al resto del grupo, perfectamente engrasado-.
Parece increíble que hayamos
estado cuatro años sin temas nuevos y que, en directo, parezca que forman parte
de su repertorio desde el principio. Es el resultado de un trabajo excepcional
que, con la energía sobre el escenario, cobra una dimensión abrumadora.
En definitiva, noche intensa,
emocionante y apabullante que dejó a toda la parroquia asistente con ganas de
más energía “sexmusera”. Auguro una
gira de presentación repleta de éxitos.
Seguiré informando de la extensa gira #musseexum que recorrerá el país hasta, de momento, el mes de julio.
Keep on SexMu!!!